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glosario

viernes, 19 de agosto de 2011

Palabras utilizadas comunmente en el Dôjô

  • Onegaishimasu: Por favor.

  • Domo Arigato: Muchas gracias.

  • Age: Arriba (pararse).

  • Seiza: Sentados.

  • Matte: Detenerse.

  • Kotae: Rotar.

  • Tori: El que realiza la técnica.

  • Uke: El que recibe la técnica.

  • Sensei: Maestro

  • Senpai: Alumno avanzado.

  • Kohai: Alumno principiante.



Algunas armas y elementos utilizados por los Bushi y Shinobi en la antigüedad

  • Shishin Bô: Bastón de aproximadamente 30 cm.

  • Hanbô: Bastón de 90 cm.

  • Jô: Bastón de 1.20 cm.

  • Roku Shaku Bô: Bastón de 1.80 cm.

  • Nijiri Bô: Bastón enroscado.

  • Nyoi Bô: Tronco o mastil.

  • Aikuchi: Cuchillo sin tsuba (guarda).

  • Tantô: Cuchillo con tsuba.

  • Shotô: Espada corta.

  • Ninja Tô: Espada ninja, hoja de unos 48 cm.

  • Katana: Espada curva, aproximadamente 70 cm de hoja.

  • Tachi: Espada totalmente curva, usada principalmente por la caballeria.

  • O Dachi: Gran espada, hoja de aproximadamente 1 metro.



Koto Ryu Koppo Jutsu no Chugokui no Kyusho

  • Tento: Hueco de la cabeza.

  • Menbu: Entrecejo.

  • Ran Kiku: Sien.

  • Hiryuran: Parpados.

  • Tenmon: Tabique.

  • Hadome: Pómulos.

  • Jinchu: Entre la boca y la nariz.

  • Asagasumi: Mentón.

  • Happa: Oidos.

  • Yugasumi: Detrás de las orejas.

  • Tsuyugasumi: Debajo de las orejas.

  • Uko: Nervio lateral del cuello.

  • Ryufu: Debajo del mentón.

  • Dokkotsu: A la altura de la traquea.

  • Ryumon: Hueco en la clavícula.

  • Daimon: Hueco en el hombro.

  • Matsu Kaze: Puntos entre la clavícula y el pecho.

  • Murasame: Hueco entre la clavícula y el pecho.

  • Jujiro: Desde el hombro, en diagonal hacia abajo, donde comienza el pecho.

  • Kinketsu: Centro del pecho.

  • Shinchu: Debajo de Kinketsu.

  • Hoshi: Axilas.

  • Wakitsubo: Entre las axilas y el pecho.

  • Kimon: Por encima de los pezones.

  • Ura Kimon: Por debajo de los pezones.

  • Butsumetsu: Costillas.

  • Kage: Boca del estómago.

  • Gorin: Centro del abdomen.

  • Inazuma: Lateral izquierdo del abdomen.

  • Tsukikage: Lateral derecho del abdomen.

  • Jakkin: Bíceps.

  • Seitaku: Hueso lateral del codo.

  • Yubitsubo: Entre los dedos.

  • Koshitsubo: Centro de la cadera.

  • Ken Kotsu: Por arriba de los muslos.

  • Koe: Ingle.

  • Kosei: Genitales.

  • Sai: Muslos.

  • Yaku: Canillas.

  • Kyokei: Dedos de los pies.

Vestimentas

  • Shinobi Gi: Pantalón y chaqueta de entrenamiento.

  • Wagi: Chaqueta.

  • Zubon: Pantalón.

  • Haori: Chaqueta que se usa sobre el kimono.

  • Hakama: Falda pantalón.

  • Kimono: Vestimenta tradicional.

  • Obi: Cinturón.

  • Tabi: Calzado de tela.

  • Jika Tabi: Calzado de tela con suela de goma.

  • Zôri: Sandalia de paja.

  • Geta: Suecos con suela de madera.

  • Waraji: Sandalia utilizada por los monjes.

  • Teko: Muñequeras.

  • Shinobi Teko: Muñequeras que cubren hasta el dorso de la mano.

  • Kyahan: Polainas.

  • Amigasa: Sombrero de paja.

Shinobi Rokugu (seis herramientas del ninja)





  • Amigasa: Sombrero de paja. Podía ser utilizado para ocultar la cara, documentos secretos o pequeñas armas. También para atrapar peces, pájaros o insectos.

  • Sekihitsu: Lápiz de pizarra. Se utilizaba para dejar mensajes escritos.

  • Kusuri: Medicinas. La mayoría estaban armadas con hierbas. También incluye venenos.

  • Sanshaku Tenugi: Tela de tres pies (90 cm). Podía ser utilizado para filtrar agua, para envolver heridas, para envolver piedras y golpear y también como capucha.

  • Uchidake: Encendedor de bambú. Utilizado para encender fogatas y para Katon no Jutsu (utilización del fuego para la evasión).

  • Takezue: Caña de bambú. Dentro de ella se ocultaban hojas o cadenas.



Armas utilizadas por los Shinobi y Bushi

  • Futokorogatana: Puñal.

  • Kusari: Cadena.

  • Kusarigama: Hoz, cadena y plomada.

  • Ô Gama: Gran hoz.

  • Kyoketsu Shôge: Daga, hoz, soga y aro de metal.

  • Ken Kusarigama: Hoz con cadena en llamas.

  • Bisento: Naginata más grande y pesada.

  • Shukko: Garras para las manos.

  • Ashikko: Garras para los pies.

  • Makibishi: Castañas de agua con espinas.

  • Tetsubishi: Makibishi de hierro.

  • Igadama: Pequeñas bolas con espinas.

  • Dokubarinage: Lanzadores de agujas envenenadas.





Shoninki: El arte del disimulo: El autentico manual de los Ninja Escrito por Natori Masazumi

Shoninki: El arte del disimulo: El autentico manual de los Ninja

Escrito por Natori Masazumi

TECNICAS DE RELAJACION

jueves, 18 de agosto de 2011

TÉCNICAS DE RELAJACIÓN



by: Frank J. Tortosa – Qurban Yoghi

1. Introducción.

La propuesta de la relajación es separarse de ciertas actividades que someten al cuerpo a un excesivo estrés. La mayoría de las técnicas de relajación consisten en un entrenamiento de los músculos del cuerpo para evitar tensiones ocultas. Las técnicas de relajación también enseñan a los individuos a reconocer ligeras tensiones de la vida diaria lo que les permite afrontarlas. Cuando un individuo está estresado, se activa la llamada “respuesta de lucha o arrebato”, con lo que la persona sufre un incremento en la frecuencia cardiaca, la tensión artificial y la frecuencia respiratoria. Uno de los instrumentos más utilizados por los terapeutas es la respiración profunda, puesto que la tensión produce por sí misma cambios en la respiración.

Las personas sometidas a estrés tienden a hacer respiraciones cortas y artificiales. El yoga es la forma de relajación y las posturas del cuerpo para mejorar la agilidad tanto física como mental, y reducir tensión lo que permite una relajación del cuerpo. El yoga postula la felicidad como un estado de tranquilidad y de equilibrio interno, con paz y armonía como pilares de la terapia.

La relajación fundamentalmente consiste en dejar el organismo sin tono muscular pero no solamente, sino sentir y percibir una sensación de tranquilidad y de liberación de tensión para llevar una vida más saludable sin que ello conlleve una pérdida de la autonomía y la personalidad.

Un punto importante dentro de la relajación es que cada persona controle la entrada y salida al estado de relajación.

Es interesante que cada persona encuentre el método más cómodo y efectivo de relajación.

2. Objetivos.

  • Tomar conciencia del cuerpo, de sus partes y sensaciones.
  • Buscar el equilibrio psico-físico como respuesta a las agresiones de la sociedad del stress.
  • Facilitar aprendizajes.
  • Procurar la recuperación del cuerpo, como unidad psicofísica, después de cualquier esfuerzo.
  • Agilizar la recuperación después de lesiones o enfermedad.
  • Facilitar la concentración mental.
  • Mejorar el autoconcepto.

3. Postura.

  • 1. Sentarse y encontrar la posición más cómoda.
  • 2. Arrodillarse y sentarse sobre los talones.
  • 3. Tumbarse y probar posiciones diferentes.

Cada persona deberá adoptar aquella posición con la que se encuentre más cómodo, aunque hay algunos tipos de relajación en los cuales es preferible una postura específica.

Hay que tratar de soltar los músculos de todo el cuerpo y averiguar si son conscientes de que partes del cuerpo están tensas y cuales están relajadas (sueltas).

4. ¿Cómo se relaja uno?

Como ya he indicado en la introducción la relajación es una liberación profunda de todas las tensiones de la vida mediante la concentración en uno mismo. Sólo alcanzando en paz la unidad de nuestros elementos internos podremos hallar la verdadera armonía. Aprender a relajarse es un paso importante para encontrar tal armonía.

La forma más elemental de relajación es la siguiente:

Tumbarse en el suelo, estirado con las piernas abiertas a unos 30-60 cm, los brazos separados del cuerpo y las manos dejadas a su aire. Cerrar suavemente los ojos. Ésta es la postura conocida como postura de reposo o postura de muerto. Respirar a su ritmo natural y dejarse llevar por la relajación, liberando sus miembros de las tensiones físicas mientras se piensa:

Mis pies se relajan hacia fuera.

Mis tobillos están relajados.

Mis rodillas están verdaderamente relajadas.

Mis muslos están perfectamente relajados.

Mis caderas se relajan.

Mi estómago está relajado.

Mis costillas y mi pecho se ensanchan en libertad y se relajan.

Mis hombros se relajan hacia abajo y hacia fuera.

Mis brazos se relajan hasta la punta de mis dedos, que están ligeramente curvados a su aire.

Siento mi cueRo cabelludo relajarse, dejando escapa las tensiones del día a través de cada uno de mis cabellos.

Mi rostro está perfectamente relajado.

Mis ojos se hunden, se hunden en las profundidades de la relajación.

LAs frunces debidas a las preocupaciones se desvanecen.

Mis labios se separan suavemente.

Mis mejillas están sueltas, permito que la respiración se deslice de forma natural hasta las más recónditas partes de mi cuerpo.

Relajado verdaderamente de cuerpo y mente, descanso.

Esta rutina debe realizarse tranquilamente, con paciencia, y a la semana de practicarla a diario empiezan a notarse sus efectos. Se consigue una impresión de que el cuerpo se ha extendido y alargado hasta sentirse liviano y libre. A quien le resulte difícil relajarse puede utilizar la técnica de estirarse y dejarse llevar. Debe estirar los pies y dejar que la tensión se aleje. Sentirla rezumar. Repetirlo con las rodillas, y así sucesivamente. Lo que se pretende al relajarse es recordar la sensación a medida que la tensión abandona sus miembros.

5. La respiración.

Al relajarse de las tensiones de la vida cotidiana se adquiere una mayor conciencia de los ritmos respiratorios. Generalmente respiramos de forma rápida y superficial, pero al estar tumbado practicando la relajación la forma de respirar parece perder velocidad y hacerse más profunda.

Los ritmos respiratorios están ligados al estado de ánimo de las personas: cuando uno está tranquilo respira regularmente; si se está inquieto la respiración se descontrola.

Aprender a respirar de forma rítmica es otro paso importante para encontrar la armonía interna.

Por lo general solemos abandonar la respiración al control accidental de los reflejos corporales automáticos y del subconsciente. La técnica de respiración que a continuación voy a explicar pretende colocar a la totalidad del sistema respiratorio bajo el control de la conciencia y esto se consigue despertando la conciencia hacia los mecanismos corporales implicados en la respiración y modificando de forma deliberada el ritmo y el vigor de ésta.

La respiración completa.

El más sencillo de los ejercicios respiratorios es la respiración completa. La respiración completa implica la expulsión de todo el aire usado de los pulmones antes de llenarlos de aire fresco, así como de poner la totalidad del torso en condiciones de participar en la respiración.

En estos dos diagramas se muestra lo que ocurre cuando se realiza la respiración completa. El diafragma, la lámina muscular que separa que separa el pecho del abdomen, es el agente de control.

El diafragma se contrae, descendiendo, y toda la caja torácica se hincha hacia fuera y hacia arriba, a medida que el aire se precipita colmando las partes superior, media e inferior de los pulmones.

El diafragma se relaja, ascendiendo, y el anhídrido carbónico es expulsado de los pulmones a medida que se contrae la caja torácica.

Lo mejor para empezar a practicar la respiración completa es tumbarse en el suelo, con las rodillas dobladas. De este modo nos damos cuenta realmente de lo que les ocurre a nuestras costillas y diafragma al respirar. Posteriormente cuando ya hemos asimilado la técnica se puede practicar sentado o de pie, y también se pueden realizar respiraciones en cualquier momento y prácticamente en cualquier parte. Estos ejercicios deben practicarse un breve rato, pero de forma regular, todos los días si es posible.

Para localizar la respiración hay que empezar por tres ejercicios preliminares: en la parte superior del pecho, la caja torácica y el abdomen. Una vez se adquiere seguridad en estos tres ejercicios se puede pasar a realizar la respiración completa.

Parte superior del pecho. Colocar allí las manos, las puntas de los dedos en contacto. Espirar, vaciando completamente los pulmones. Inspirar lentamente, separando las puntas de los dedos, hasta que el pecho no pueda hincharse más. Espirar de una sola vez, contrayendo el pecho, hasta que las puntas de los dedos se toquen de nuevo.

Caja torácica. Colocar las manos en la parte inferior de la caja torácica con las puntas de los dedos tocándose, y espirar hasta vaciar los pulmones. Inspirar lentamente sacando las costillas y separando las manos. Espirar, relajando lentamente los músculos intercostales

Abdomen. Colocar las manos sobre el estómago y espirar hasta vaciar los pulmones. Inspirar despacio, contrayendo el diafragma. Aunque no se pueda sentir el diafragma directamente, se percibe la presión sobre los músculos situados sobre el estómago, que son desplazados por el descenso del diafragma. Espirar de forma fluida, sintiendo los músculos relajarse a medida que el diafragma cede hacia arriba.

Respiración completa: tumbado. Empezar con las manos descansando sobre el estómago y espirar hasta vaciar los pulmones. Inspirar despacio, deslizando las manos hacia arriba mientras baja el diafragma (ejerciendo presión sobre los músculos) y se ensancha la caja torácica, tanto hacia arriba como hacia fuera, a medida que los pulmones se llenan de aire. Espira, relajando el diafragma y deslizando las manos de vuelta al estómago a medida que expulsa el anhídrido carbónico. Repita todo el movimiento, ahora con los brazos posados a los lados.

Con los brazos a los lados hacer la respiración completa al ritmo natural. Espirar y no tratar de inspirar hasta que no se sienta necesidad de ello. Entonces inspirar muy profundamente. Espirar otra vez sólo cuando el cuerpo lo pida.

El siguiente paso para el control de la respiración consiste en controlarla. Empezar por un modelo regular, contando de una a cinco veces (cada vez equivale a un segundo), incrementando gradualmente la cantidad según su propio ritmo. Repita dos o tres veces la máxima cuenta que haya alcanzado. La duración de este ejercicio variará según las personas, pero podría intentar limitarlo a un mismo lapso de tiempo, disminuyendo el número de veces que repite el ejercicio a medida que alarga la cuenta. Una vez aprendida la técnica básica, se debe tratar de practicar con los ojos cerrados, concentrando la atención en el flujo de entrada y salida del aire. Mientras se llenan de aire los pulmones pensar que el aliento es una corriente de vida que fluye sin trabas hacia su cuerpo. Mientras se espira, pensar en todas las impurezas y tensiones que se desvanecen.

La respiración completa aporta muchas ventajas: aumenta la vitalidad, pone a punto el sistema nervioso, purifica la sangre, favorece la digestión y fortalece todo el pecho.

El mejor momento para practicar los ejercicios respiratorios es nada más levantarse, antes de desayunar, o si no antes de irse a la cama. Lo ideal es que hayan pasado tres o cuatro horas desde la última comida, y media hora desde á última vez que bebió.

6. Tipos de relajación

Relajación por parejas. Esta sesión precede a la individual y en ella el compañero facilita la adquisición de sensaciones de relajación.

La relajación se hace de forma alternativa. Uno se relaja y el otro facilita la relajación.

Se empieza de arriba abajo.

Cuando se haya adquirido la postura más cómoda hay que movilizar el tronco hacia todos los lados y luego dejarlo a merced del compañero hasta que se adopte la postura más libertad.

Después se moviliza la cabeza y a continuación el compañero la moviliza despacio sintiendo todos los músculos y hasta que se suelten.

Se continúa con los brazos y luego con cada pierna.

También se puede colocar en otras posiciones y movilizar las extremidades activa y pasivamente para tomar conciencia de ellas.

Relajación individual activa. Consiste en sacudir los diferentes grupos musculares.

Se realiza después de un ejercicio continuado con el fin de disminuir la fatiga.

Sentarse en el suelo con las piernas flexionadas pero apoyando las plantas de los pies. Hay que movilizar las piernas de manera que la musculatura de la pierna oscile libremente.

De pie, con los brazos colgando, sacudirlos a favor de la gravedad con el fin de soltar toda la musculatura de las extremidades superiores.

También se puede sacudir alternativamente una pierna y después la otra.

Efectuando saltos dejando suelta la musculatura del tronco y extremidades superiores también se logra el efecto deseado.

Esta relajación es muy elemental y posteriormente se debe realizar una relajación más profunda acompañada de las medidas de recuperación física como lo son baños, duchas, saunas y masajes.

Relajación con oposición. Con este sistema se siente el efecto del esfuerzo y por contraste la disminución de la tensión.

Tumbarse hacia arriba y tratar de levantar la frente mientras un compañero lo impide; a continuación relajarse y apoyar la cabeza.

Tratar de levantar el brazo con oposición y luego las piernas, sin olvidar el tronco, siempre con oposición y luego soltar los músculos y sentir la pérdida de fuerza.

Relajación dirigida. Aquí se incluyen todos los métodos para que alguien dirija las diferentes fases por las que pasa la relajación. Puede hacerlo una persona o también se puede hacer con una cinta grabada.

Se pueden emplear fórmulas particulares, con medios “enriquecidos”, por ejemplo música. Otros métodos conocidos son los de Schultz o Jacobson, de los cuales hablaré más adelante.

Buscar la posición más cómoda. Empezar pensando que estamos muy tranquilos… nos recorre una sensación de presión… sensación de peso pero es una sensación agradable… seguimos teniendo una sensación de tranquilidad.

Relax imaginativo. Consiste en realizar un ejercicio de creación visual imaginativa, basada en la narración del guía de la sesión.

Primero se debe realizar una relajación física.

En segundo lugar, se realiza la narración, donde se pueden asignar papeles a los participantes.

Posteriormente se vuelve a la realidad.

Entrenamiento mental. Es una técnica que conjuga la relajación física y la visualización de imágenes realizando la actividad a mejorar.

El trabajo se realiza en las siguientes fases:

Visualización del gesto ejecutado en películas, vídeos, etc.

2· Realizar la relajación física.

Inducir la imagen mental de gesto realizado por el propio sujeto.

7. Relajación: los métodos globales con punto de partida psicoterapéutico.

Estos métodos se caracterizan por la utilización de técnicas de relajación cuyo punto de partida es mental.

EL training autógeno de J. H Schultz.

Este método fue influido por la hipnosis.

El training autógeno se puede definir como un sistema de ejercicios fisiológicos en general del organismo, que por analogía con los antiguos trabajos sobre la hipnosis, permite todas las realizaciones propias de los estados auténticamente sugestivos.

El training es ante todo una autohipnosis provocada por modificaciones voluntarias del estado tónico.

El ciclo consta de un ciclo inferior que se compone de seis ejercicios de relajación por medio de la concentración. Estos se realizan en forma sucesiva en seis sectores: los músculos, el sistema vascular, el corazón, la respiración, los órganos abdominales y la cabeza. Luego se accede al ciclo superior que se asemeja a las técnicas de psicoterapia profunda.

El ciclo inferior.

Los ejercicios se practican ya sea en posición sentada o en posición acostada. Se sostiene la nuca con la ayuda de un pequeño cojín, los brazos reposan en flexión ligera a lo largo del cuerpo, las palmas están hacia abajo y las puntas de los pies en posición externa. El mantenimiento de los ojos cerrados favorecerá la concentración.

Primer tiempo: la introducción a la calma. En este momento se practica la experiencia de la pesadez del cuerpo.

El paciente debe concentrarse en la fórmula: “Mi brazo derecho (izquierdo) pesa mucho.

El ejercicio será corto y no deberá durar más de medio minuto a un minuto. Normalmente, al cabo de quince días, el sujeto registra la sensación de pesadez en el brazo ejercitado. La sensación de pesadez se volverá cada vez más intensa y se sentirá en los otros miembros.

La aparición y la progresión de esta impresión necesitan de un control médico regular. Este controlará igualmente la relajación objetiva por medio de la apreciación del tono muscular.

Al final de cada ejercicio, una reactivación cuidadosamente ejecutada llevará al organismo a su estado de tensión normal: hacer varias flexiones y extensiones de brazos inspirar fuertemente y abrir los ojos.

Después de quince días de entrenamiento, un simple acto de concentración produce una sensación generalizada de pesadez.

Segundo tiempo: la experiencia del calor. La representación mental se concentrará en una tercera fórmula: “mi brazo derecho (izquierdo) está muy caliente. Se sentirá una onda de calor en el brazo. Al final de dos o tres días, ésta se intensifica y se generaliza a los cuatro miembros.

  • - El ejercicio cardiaco: conduce al paciente al descubrimiento de su “vivencia cardíaca”. La fórmula es la siguiente: “Mi corazón late en forma tranquila y fuerte”. Se trata de concentrarse en el ritmo cardíaco, pero de ninguna manera de intentar modificarlo.
  • - El control respiratorio: se hace por medio de la fórmula: “Respiración muy tranquila” y permitirá una integración armoniosa de una respiración desinhibida.
  • - La regulación de los órganos abdominales: “Mi plexo solar está muy caliente”.
  • - El régimen especial de la cabeza: someter la “esfera cefálica” a un régimen especial: “mi frente está agradablemente fría”. Al final de este aprendizaje, el sujeto adquirió una capacidad de relajación fisiológica, que se manifestará en el dominio mental por una sensación de calma interior y de desinterés por el ambiente externo, intermedia entre el sueño y la vigilia que caracterizan al “estado hipnótico”.

El ciclo superior.

Sólo se podrá alcanzar después de seis meses a dos años de ejercicios regulares. Es un método de psicoterapia profunda que deberá ser manejado por médicos diestros en la técnica psicoanalítica.

El training autógeno es un método de relajación cuya técnica es muy específica. Para ser aplicado correctamente necesita de cierto número de condiciones y, en particular, de la realización exacta, regular y perseverante de los ejercicios.

El desarrollo del método pone en marcha una infinidad de variaciones y complicaciones individuales que deben ser controladas por un médico. Este método sólo puede ser utilizado por médicos o terapeutas que hayan practicado y controlado un training didáctico.

El entrenamiento psicofisiólogico perfeccionado por el equipo de J. Ajuriaguerra.

En este entrenamiento se da un valor especial a las dificultades que encuentra el paciente, que a la vez forman parte de su enfermedad y su personalidad. El trabajo se apoya en estas dificultades. Estas no se evitan ni se pasan por alto, sino que se analizan en el marco de la relación enfermo-médico.

J. de Ajuriaguerra adopta sobre todo los dos primeros tiempos del training autógeno de Schultz, el de la pesadez y el del calor, y reserva un sitio muy particular para el aprendizaje de la relajación muscular.

El aprendizaje de la relajación muscular será muy consciente y deseado por el enfermo, a quien de esta manera se conduce a una actitud activa.

El terapeuta permite al paciente confrontarse con sus tensiones hasta este momento ignoradas.

La técnica de Jarreau y Klotz.

Esta técnica es diferente a la de Jacobson y de la de Schult, sólo incluye el primer tiempo de control de peso. Algunos sujetos obtienen una relajación extensiva y por el contrario otros no pueden alcanzarla. De esta manera, exteriorizan. Algunas zonas de tensión muscular residual que el médico debe buscar en forma escrupulosa.

La técnica de Sapir.

Sapir propone una técnica de relajación inspirada en el método de Schultz, al que se asocia las ideas fundamentales del psicoanálisis.

Lo más frecuente es que el entrenamiento se realice en grupo y que esté dirigido por dos reeducadores.

Los problemas aparecen rápidamente en el transcurso del tratamiento y pueden ser mejorados por esta relajación. Con frecuencia ésta se completa con una psicoterapia de tipo psicoanalítico.

Evolución de las relajaciones.

Las relajaciones de tipo Schultz procuran que el sujeto exteriorice la idea que se hace de su cuerpo, sus fantasmas. Todo esto expresa su personalidad profunda y sus posibles trastornos. El sujeto toma consciencia y exterioriza la “imagen” de su cuerpo y aun más su mundo fantasioso. Esto difiere de la toma de conciencia objetiva buscada por otros autores.

La evolución actual se dirige cada vez más a superar lo regulación tónica y a utilizar técnicas de relajación para entrar en la vivencia corporal del sujeto.

8. Relajación progresiva de Jacobson.

El método de Jacobson intenta alcanzar metas afines a las relajaciones psicoterapéuticas pero por medio de procedimientos diferentes. Su autor piensa que puede ser confiada no sólo a los médicos, sino a paramédicos, profesores de educación física, maestros, a todos aquellos que después de haber asimilado y realizado todas las etapas de esta relajación llegan a ser capaces de dirigir una cura.

Esta relajación tiende a reducir el tono muscular y, en consecuencia, a disminuir la excitabilidad cerebral y a poner el córtex en reposo.

De esta manera, se conseguirá evitar la pérdida de energía y se actuará además, sobre la personalidad del sujeto sin jamás interpretar las manifestaciones afectivas que eventualmente pueden surgir. Además del elemento de calma, de disminución de la tensión y de la ansiedad, éste método también puede liberar algunos problemas afectivos más o menos inconscientes.

En esta relajación se dirige al paciente totalmente consciente y no utiliza ni tranquilizantes asociados, ni hipnosis ni sugestión.

La relajación puede ser obtenida y definida como la ausencia de cualquier contracción muscular. Esta ausencia de contracción infraliminar y este reposo absoluto permiten la extensión de la calma hacia el campo psíquico.

Jacobson considera que el sujeto debe hacerse cargo de su propia relajación y procura que el que va a emprender el aprendizaje de la relajación tenga el máximo de autonomía.

Lo que hay que aprender es a reducir el tono en cada parte del cuerpo a través de la experiencia personal. Para esto, es necesario sobre todo desarrollar el sentido muscular que permite experimentar tensiones cada vez menores y así tomar consciencia de estas tensiones que reducen la actividad, disminuyen la eficacia y perturban todas las manifestaciones

Emocionales. En la práctica hay que hacerle sentir al sujeto grados de tensión cada vez más débiles e inducirlo a que perciba esta gradación:

  • 1. entre una contracción o tensión fuerte: por ejemplo, cerrar un grifo y sentir la tensión en el antebrazo;
  • 2. localizar una tensión menor : la tensión del hombro o del brazo al estar de pie;
  • 3. sentir contracciones mínimas (liminares). La percepción de estas sensaciones liminares se agudiza y se rebaja el umbral gracias al entrenamiento, que permite sentir la tensión aun después de la posición acostado de espaldas.

En la primera sección dos posiciones son factibles: sentado, en posición de cochero de punto, o acostado. Se pide al sujeto que se relaja lo máximo posible, a poder ser con los ojos cerrados, durante cuatro o cinco minutos.

El trabajo comienza por el entrenamiento de uno de los miembros superiores. El terapeuta da la instrucción: doblar la mano hacia atrás. Se invita al paciente a tomar consciencia de la sensación de contracción del grupo muscular participante, de la desaparición de esta contracción y de cuando se relajan los músculos. La contracción perdida es estética y se mantiene entre los diez y quince segundos. Generalmente se experimenta la sensación de contracción, su localización, la relajación muscular y la impresión de disminución progresiva de la tensión que le sigue y que persiste algunos segundos. Se recomienda este mismo ejercicio con una contracción media alrededor de veinte minutos después y luego con una contracción liminar. Y cada vez que se tome consciencia de la desaparición de esta tensión: “sientan cómo se va la tensión”.

Estas contracciones llamadas de referencia se repiten de dos a tres veces a lo largo de la sesión, que dura unos cuarenta minutos como media.

La contracción muscular es percibida más o menos fácilmente, según los sujetos, así como la relajación que le sigue; del mismo modo la apreciación de las diferencias entre contracción muscular y estiramiento de ligamentos.

Las sesiones siguientes serán dedicadas al trabajo de otros grupos musculares. Jacobson propone un orden riguroso y sistemático de progresión. Se darán treinta y seis “instrucciones” dirigidas a treinta y seis grupos musculares. En una formación didáctica a razón de dos sesiones diarias, tres semanas permitirán la excitación de todos estos grupos. Se trabajarán sucesivamente:

  • - los grupos musculares de los brazos, las piernas, del abdomen, y los músculos paravertebrales, los músculos respiratorios, los músculos de la espalda, de los hombros y del cuello;
  • - los músculos de los ojos, de la cara y de la lengua, en los que Jacobson insiste especialmente.

Jacobson dice que es más fácil abordar la relajación de los músculos pequeños cuando se ha educado la facultad de relajación de los músculos grandes. Insiste enel trabajo de los músculos pequeños de la cara, de los ojos y de la lengua, que tienen una estrecha relación con la expresión del pensamiento y de la afectividad. Cuando el sujeto realiza una relajación correcta, todo pensamiento desaparece del campo de la consciencia.

El ritmo respiratorio disminuye y se vuelve cada vez más fácil.

La temperatura desciende.

La posición sentada parece dar mejores resultados que la de acostada.

El método no se dirige directamente a los síntomas, debe seguirse integralmente;

El entrenamiento se hace en grupo, pero se puede hacer igualmente en forma individual.

Superada esta etapa, se educa la relajación diferencial que permite la transferencia de esta capacidad de relajación a los actos de la vida cotidiana: caminar, sentarse, descansar, con un mínimo de esfuerzo para el máximo rendimiento. Sin pérdida de energía.

Finalmente, una vez el paciente tomó consciencia de las tensiones musculares que provocan estos movimientos afectivos y sus dificultades en la vida (angustia, miedo, timidez), la última fase del tratamiento permite, a continuación la reducción de las tensiones musculares localizadas y, como consecuencia, lograr la desaparición del trastorno afectivo.

El aprendizaje de la relajación progresiva es bastante largo comparado con los métodos de autoconcentración. Exige sesiones de media a una hora que, según el objetivo y las dificultades, se repetirán de una a tres veces por semana durante semanas, meses o incluso, en algunos enfermos, durante un año o más.

Jacobson: la relajación en el niño.

Jacobson piensa que el niño, a partir de los 6 o 7 años, puede disfrutar del aprendizaje de la relajación progresiva y que es capaz de realizarla.

- Primera etapa: para los niños, la forma más sencilla de relajarse en la escuela es acostados de espalda, con los ojos cerrados, las piernas ligeramente separadas y los brazos un poco distantes del cuerpo. Duración de dos a cinco minutos. La caída del pie hacia fuera es un signo correcto de relajación, pero el profesor puede examinar el estado de relajación levantando el brazo del niño y dejándolo caer.

  • - Segundo grado: se intenta la relajación en posición sentada, con los brazos en forma de corona sobre la mesa, la cabeza apoyada sobre el brazo, los ojos cerrados y los pies horizontales sobre el suelo.
  • - Tercer grado: el sujeto está sentado, con los pies horizontales sobre el suelo, las manos sobre la rodilla; a medida que el aprendizaje avanza, la cabeza cae más hacia adelante.
  • - Cuarto grado: el niño está sentado en su puesto con la cabeza caída; se hace la experiencia de contraer cada brazo y de relajarlo.
  • - Quinto grado: contraer la pierna levantando el pie y después dejarla caer. Cerrar los ojos fuertemente y después abrirlos de nuevo.
  • - Sexto grados: apretar y mostrar los dientes, empujar al abdomen hacia adelante y después volver a su lugar. De esta manera se trata el problema de los músculos de la cara y de los músculos respiratorios

RESULTADO:

1. Cuando antes se comience el entrenamiento del control de la tensión, más rápidamente aprenderá el niño.

  • 2. El niño que se relaja correctamente hace bien todo rápidamente.
  • 3. Se observa en el conjunto de los niños un mejor comportamiento general.
  • 4. Los educadores observan que los niños que tienen más necesidad de relajarse son los que lo aprovechan más lentamente.

9. Método de relajación de la gimnasia alemana.

El método alemán es un método con base científica que intenta obtener una regulación del tono y un entrenamiento de la relajación muscular, con la esperanza de remediar los desgastes nerviosos excesivos ocasionados por cierta rigidez en las posturas, que traduce un estado de tensión psíquica. Estas tensiones aparecen, a partir de los cinco años, con más frecuencia en los niños, y más adelante en las niñas. Estas tensiones crean un desgaste nervioso considerable, que será remediado con el entrenamiento para los ejercicios de relajación que forman la parte esencial del método, y a los que asocian ejercicios que buscan la adquisición de la fuerza, la soltura, la rapidez, la calma, la coordinación y la elongación muscular.

Se trata de un método que actúa esencialmente sobre el psiquismo y de un entrenamiento para adquirir un estado privilegiado cuyas características son la disponibilidad y la atención al control de la relajación muscular que elimina toda resistencia, todo pensamiento parásito opuesto o agresivo.

La relajación es consciente y voluntaria. Consiste en poner en reposo automático los músculos suprimiendo las órdenes musculares conscientes y librando a la fuerza de la gravedad ciertas partes del cuerpo, las cuales ejecutan un movimiento pendular pasivo que se detiene en forma progresiva por la acción de las resistencias naturales.

Esta relajación se puede realizar en posición acostada; el sujeto deja caer sus miembros con firmeza sobre la superficie de la cama. Al comienzo, un ayudante puede manipular los diversos sectores del cuerpo y dejarlos caer por su propio peso, con el fin de hacer sentir al sujeto la sensación de relajación muscular.

Se puede realizar también durante los movimientos activos. El sujeto da un impulso a los segmentos del miembro, que seguirán luego en movimientos; llevados por el esfuerzo y la gravedad y estarán completamente relajados.

Esta gimnasia tiene por objetivo entrenar al sujeto para ejecutar movimientos con la máxima relajación muscular, como lo exigen los ejercicios deportivos, prepararse para el desgaste mínimo de fuerza suprimiendo el trabajo de los músculos inútiles y utilizando la fuerza de gravedad. De esta manera se consigue un movimiento con el máximo de eficacia por el mínimo de esfuerzo.

Intenta también disminuir el tono que crea el entrenamiento de los ejercicios de fuerza y, sobre todo, lo que es muy importante, lograr la anulación de las tensiones psíquicas.

10. Entrenamiento psicotónico aplicado a la preparación deportiva.

El deporte puede constituir un procedimiento de reeducación muy válido, al que se puede asociar la relajación, y los enfermos disfrutan de una cosa gracias a otra. Esta experiencia ha sido intentada en sujetos normales y los resultados han sido estudiados de manera científica en los deportistas de alta competición, cuyo entrenamiento se ha seguido de forma precisa. En Francia, las experiencias se hicieron con el método de Schultz.

Los resultados obtenidos son:

El entrenamiento ha sido provechoso y la relajación ha aportado a los atletas un dominio más seguro de sí mismos, un mejor conocimiento de su cuerpo en condiciones distintas de la acción a la que se entregan y un afinamiento del sentido muscular ya de por sí muy desarrollados en ellos. Al actuar sobre las tensiones físicas, disminuye la emotividad y el miedo, y ha permitido en este caso mejores actuaciones. Ha mejorado la calidad del reposo, tan importante para el deportista. Pero si bien el método de Schultz permite a un sujeto normal no entrenado una relajación extensiva adquirida relativamente pronto, los deportistas encuentran algunas dificultades en el control del tono y en particular en los músculos exigidos constantemente con el deporte practicado, en donde persiste durante largo tiempo una hipertonía.

En el INS, el método de Jacobson debió utilizarse como complemento, ya que en forma más analítica permite concentrar el esfuerzo de la relajación en los músculos particularmente tónicos. Estas dificultades de resolución del tono nada tienen que ver con trastornos del esquema corporal o con hipertonías que denotan dificultades psicológicas. Sólo traduce la calidad del músculo entrenado cuyo tono aumenta normalmente.

La sesión de relajación, si es útil (al mejorar la calidad del reposo, al disminuir las reacciones emotivas incontroladas, regularizar el tono y dar un perfecto conocimiento de sí mismo), no debe ser practicada muy cerca de la competición ya que baja demasiado el umbral del tono general de los sujetos que, en esas condiciones ya no son capaces de realizar los esfuerzos exigidos por la prueba. Para que el esfuerzo sea realizable, es necesario que antes haya un calentamiento muscular y una concentración psíquica que la sesión de relajación perjudica. Este ejemplo permite ver los límites de los métodos de relajación pasiva, Siempre deben incluir una vuelta real al tono y complementarse con métodos activos, lo que no quita su acción benéfica sobre los trastornos que han de tratarse.

Espero que estas breves notas te puedan servir de ayuda, es mi deseo que tu vida sea activamente pausada y relajadamente estresante

MUDRAS

ORIGEN DE LOS MUDRAS, LA MAGIA KUJI

octubre 29, 2010

by: Frank J. Tortosa – Tai Ryu Shihan – Qurban Yogui

Hatsumi Sensei realizando un Kuji-in (Bujinkan Frank Dojo)El origen de los mudras como se denominan en la India, de los Kuji como se denominan en Japón usados sobre todo por las sectas budistas, mikkyo, monjes y los propios ninja, no está nada claro. No sólo hay mudras en Asia, como muchos creen, sino en todo el mundo. Con toda seguridad, nuestros antepasados ya utilizaban en sus rituales determinados gestos con los que querían subrayar y sellar/rubricar cuanto pensaban y decían.

Durante el periodo de cristianización de los pueblos del norte, muchos de estos gestos se prohibieron como, por ejemplo, el de invocar a los dioses con los brazos alzados. Más tarde, algunos de estos gestos fueron recuperados e integrados en la doctrina cristiana. Fijándonos en los diferentes gestos que hace el sacerdote al celebrar la misa, quizás podamos intuir cómo se expresaban los pueblos antiguos. Pero también nuestra vida cotidiana está impregnada de gestos, cuyo origen apenas nadie conoce ya: alzar el pulgar para desear suerte a alguien a alguien, aplaudir, estrechar la mano, dar una palmada en el hombro, mostrar el puño o levantar el dedo medio, etc….

En la India, Japón, en la iglesia católica, etc… los mudras son un componente fijo de todas las actividades religiosas. En las representaciones de los dioses hindúes, los diferentes Mudras y Hasta (posiciones de los brazos) tienen una gran importancia. En este caso, además de los atributos y las actividades y las actitudes del cuerpo, también representan las características que identifican a los distintos dioses. En la posición mística de la mano, el que ora ve un poder particular, cualidad y fuerza de carácter de la divinidad que venera.

Tan conocidos como estos, son los mudras que aparecen en las danzas indias, en las que representan dramas completos, sin palabras, sólo con las manos, los ojos y los movimientos del cuerpo. Con sus manos, el bailarín algunos kujikiri empleados por los ninjaindio expresa la vida de la totalidad del universo. El rico simbolismo del lenguaje de los gestos adquiere, gracias a la multiplicidad de posibilidades de interpretación, mucha mayor importancia para el espíritu del que pueda tener la palabra…. Este significado espiritual de los mudras encuentra su expresión más completa en el arte indio, cristiano, shinto… Los gestos de las divinidades representadas en el arte hinduista, crsitiano y budista…. Simbolizan sus funciones o ensalzan determinados acontecimientos mitológicos.

Los yoghi y los ninja sabían cómo se manifiestan en los gestos y en las posturas del cuerpo muchos estados anímicos como la tristeza, la alegría, la ira, la calma, etc… y también, que mediante determinados gestos, se puede influir de forma positiva en la psique.

Como vemos, el origen de los mudras se pierde en la oscuridad de los tiempos; también aquí, reencontramos el misterio y lo inabarcable.

CHAKRA

LOS CHAKRA



CHAKRA: En sánscrito significa Rueda.

Los Chakra son centros de energía circular que se encuentran en el cuerpo etéreo de la persona. Nosotros trabajamos con los llamados Chakra principales. Estos Chakra sirven de receptores, conductores y puertas para la fuerza vital universal.
Cada Chakra está en relación con órganos o zonas del cuerpo determinadas, así como con las 7 glándulas principales del sistema endocrino. A continuación resumo muy y mucho algunos aspectos importantes de estos, cada asociación que se realiza hace referencia a una carencia o aspecto a trabajar en nosotros, es decir: si somos una persona tímida o que nos da mucha vergüenza expresarnos podríamos decir que tenemos un bloqueo energético en el 5º Chakra o si por en contrario tenemos un problema de hígado entonces el bloqueo estaría en el 3er Chakra.
Por el contrario si somos muy resolutivos, creativos, seguros de nosotros, entonces podríamos sugerir que nuestro 2º Chakra está en armonía.
Si te identificas con algún aspecto relacionado con un Chakra en concreto ya sabrás o tendrás una guía de que Chakra esta bloqueado y necesitas trabajar (mediante yoga, meditación,…) o por en contrario cual tienes en armonía y simplemente debes mantener. En tu trabajo de ásana o meditación en yoga siempre estas trabajando para armonizar los Chakra si tomas consciencia de ello en tu trabajo de clase el resultado será mucho más satisfactorio.
chakra-1
1er Chakra – El Muladhara, Chakra Raíz, está situado en la base de la columna vertebral, en el perineo. El nombre significa soporte, creación.
Se asocia, en el cuerpo con el intestino grueso, los pies y piernas, con el elemento tierra, y con los colores rojo y marrón.
Desafío Humano - sentirse seguro y protegido en el plano físico, ganar autoconfianza y autoestima.
Desafío para el alma - sentirse alimentado y nutrido a la experiencia de pertenecer a la totalidad.
Relación más importante - con la realidad física, la Tierra, las fuerzas naturales, el cuerpo, sentir las sensaciones.
chakra-2
2º Chakra El Swadisthana, o Chakra Sexual, está situado en el sacro – el área pélvica entre el pubis y el ombligo. Su nombre significa “morada de la fuerza vital” o “morada del ser. Se asocia, en el cuerpo con los genitales, los órganos reproductores y la vejiga, con el elemento agua, y el color naranja.
Desafío Humano – unir y conectar con otros sin perder nuestra identidad.
Desafío para el alma - expandir libremente – crear sin esfuerzo.
Relación más importante - con otros seres humanos, las emociones y el cuerpo emocional, el niño interior, salvaje o parte femenina.
chakra-3
3er Chakra – Manipura, o Chakra Umbilical, se encuentra a unos 2-3 cms. debajo del ombligo. Este nombre significa “joya del loto” o “piedra brillante”. Se asocia, en el cuerpo con el intestino delgado, los riñones, las glándulas suprarrenales, páncreas, vesícula biliar, el hígado, con el elemento fuego, y el color amarillo.
Desafío Humano – para conectar con nuestra fuente de energía interna.
Deseo para el alma – para encender, conectar con la energía física y el enfoque.
Relación más importante - con la fuente interna de poder, la identidad, el estado de hacer.
4º Chakra – Anahatha o Chakra del Corazónchakra-4, está situado en el corazón. Su nombre significa despegarse, fresco, limpio.
Se asocia, en el cuerpo con el corazón, las manos, los brazos y la glándula del timo, con el elemento aire y los colores verde, rosado y rosa.
Desafío Humano - para abrir nuestros corazones a la vibración sin prejuicios, independiente del amor universal.
Desafío para el alma - para experimentar la unidad, la devoción reverencia por la vida, la unión sin ataduras.
Relación más importante - con mayor poder espiritual, de nuestro propio corazón y los corazones de los demás, el pulso que nos une con el universo.
chakra-5
5º Chakra – Visudda o Chakra de la Garganta, se encuentra en la garganta, en la base del cuello entre la clavícula y los hombros, en el sitio del cerebro corazón. Se asocia, en el cuerpo con la garganta, oídos, tiroides, paratiroides, con el elemento éter, y el color azul claro.
Desafío Humano - sin miedo a expresar nuestra verdad y escuchar el sonido del universo.
Desafío para el - a ser escuchado y comprendido, para transmitir y recibir la verdad.
Relación más importante - con nuestra conexión vibracional con toda la existencia.
6º Chakra – Ajana o tercer ojo Chakra, se encuentra entre las cejas en el interior, centro de la frente. Su nombre significa comando, percepción, conocimiento, autoridad. chakra-6
Se asocia, en el cuerpo con la glándula pituitaria, ojos, cerebro, con la luz de elementos y también más allá de los elementos, la luz interior y con los colores púrpura el añil e índigo.
Desafío Humano - para pasar de la mente dual a la mente neutral intuitiva.
Deseo para el alma - centrar la mente, donde en un solo punto la claridad, comprensión y equilibrio y la paz se produce de forma automática.
Relación más importante - con el conocimiento interior y cósmico.
chakra-717º Chakra – Sahashrara o Chakra de la Corona, está situado en la corona o parte superior de la cabeza, debilidad del bebé.. Su nombre significa “flor de loto de mil pétalos”.
Se asocia, en el cuerpo con la glándula pineal y la corteza cerebral, con la conciencia y más allá de los elementos, y con los colores blanco, lila, violeta y la calidad de la luminosidad.
Desafío Humano - para sintonizar y entrega a la conciencia divina.
Desafío para el alma – para conectarse y utilizar energías infinitas, conocer lo desconocido, experimentar el sentido transcendente a la vida.
Relación más importante - la unidad, la felicidad, percepción.

El Aura

Considerado el 8º Chakra en la tradición de Kundalini Yoga de Yoghi Bhajan. El Aura es el campo electromagnético, el campo psíquico de energía que rodea a todos los seres. Su tamaño puede variar desde unos pocos centímetros a muchos metros en todas direcciones.
Se asocia a la salud del cuerpo físico, estado mental y emocional. También se incluye y se ve afectada por todos los elementos, y sus colores varían y cambian, dependiendo del estado en que se encuentre la persona.
Desafío - a la experiencia auto-energética.
Deseo para el alma – individualización y la identificación con el alma.
Relación más importante - con el yo y el alma.
Frank J. – Qurban Yoghi

Sun Tzu- Manual de guerreros-

miércoles, 17 de agosto de 2011





CAPITULO 1: Sobre la evaluación





La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es mas querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.

El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca.

Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.

Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.







CAPITULO 2: Sobre la iniciación de las acciones





Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.

He oído hablar de operaciones militares que han sido torpes y repentinas, pero nunca he visto a ningún experto en el arte de la guerra que mantuviese la campaña por mucho tiempo.

Sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear.

Un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo.

Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.

Lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia. Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo.







CAPITULO 3: Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota





Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo.

Los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra.

Nunca se debe atacar por cólera y con prisas. Es aconsejable tomarse tiempo en la planificación y coordinación del plan.

Un verdadero maestro de las artes marciales vence a otras fuerzas enemigas sin batalla, conquista otras ciudades sin asediarlas y destruye a otros ejércitos sin emplear mucho tiempo.

La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia.

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.







CAPITULO 4: Sobre la medida en la disposición de los medios





La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario.

La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque. Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia formación de ataque, y prepárate para ser invencible, con la finalidad de preservarte. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento de salir a atacarlos.

La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia.

En situaciones de defensa, acalláis las voces y borráis las huellas, escondidos como fantasmas y espíritus bajo tierra, invisibles para todo el mundo. En situaciones de ataque, vuestro movimiento es rápido y vuestro grito fulgurante, veloz como el trueno y el relámpago, para los que no se puede uno preparar, aunque vengan del cielo.

Todo el mundo elogia la victoria en la batalla, pero lo verdaderamente deseable es poder ver el mundo de lo sutil y darte cuenta del mundo de lo oculto, hasta el punto de ser capaz de alcanzar la victoria donde no existe forma.

Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es un victoria fácil.

Cuando eres capaz de ver lo sutil, es fácil ganar.

Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.







CAPITULO 5: Sobre la firmeza





Los expertos son capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, así obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza.

El desorden llega del orden, la cobardía surge del valor, la debilidad brota de la fuerza.

Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sólo entonces puedes crear un desorden artificial. Si quieres fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sólo entonces puedes actuar como tímido de manera artificial. Si quieres fingir debilidad para inducir la arrogancia en tus enemigos, primero has de ser extremadamente fuerte porque sólo entonces puedes pretender ser débil.

Cuando un ejército tiene la fuerza del ímpetu, incluso el tímido se vuelve valiente, cuando pierde la fuerza del ímpetu, incluso el valiente se convierte en tímido. Nada está fijado en las leyes de la guerra: éstas se desarrollan sobre la base del ímpetu.

Hace moverse a los enemigos con la perspectiva del triunfo, para que caigan en la emboscada.







CAPITULO 6: Sobre lo lleno y lo vacío





Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.

Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía. Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo.

Aparece en lugares críticos y ataca donde menos se lo esperen, haciendo que tengan que acudir al rescate.

Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser silencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios.

Llega como el viento, muévete como el relámpago, y los adversarios no podrán vencerte.

Cuando los adversarios llegan para atacarte, no luchas con ellos, sino que estableces un cambio estratégico para confundirlos y llenarlos de incertidumbre.

Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.

Si haces que los adversarios no sepan el lugar y la fecha de la batalla, siempre puedes vencer.

Haz algo por o en contra de los adversarios para llamar su atención, de manera que puedas de ellos para atraer descubrir sus hábitos de comportamiento de ataque y de defensa.

Todo el mundo conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero nadie conoce la forma mediante la que aseguró la victoria.

Un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.







CAPITULO 7: Sobre el enfrentamiento directo e indirecto





La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas.

Si ignoras los planes de tus rivales, no puedes hacer alianzas precisas.

Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear.

Una fuerza militar se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes al enemigo para que no pueda conocer cuál es tu situación real y no pueda imponer su supremacía.

Cuando una fuerza militar se mueve con rapidez es como el viento; cuando va lentamente es como el bosque; es voraz como el fuego e inmóvil como las montañas. Es rápida como el viento en el sentido que llega sin avisar y desaparece como el relámpago. Es como un bosque porque tiene un orden. Es voraz como el fuego que devasta una planicie sin dejar tras sí ni una brizna de hierba. Es inmóvil como una montaña cuando se acuartela. Es tan difícil de conocer como la oscuridad; su movimiento es como un trueno que retumba.

El primero que hace el movimiento es el “invitado”, el último es el “anfitrión”. El “invitado” lo tiene difícil, el “anfitrión lo tiene fácil”.

No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas.







CAPITULO 8: Sobre los nueve cambios





Hay rutas que no debes usar, ejércitos que no han de ser atacados, ciudades que no deben ser rodeadas, terrenos sobre los que no se debe combatir, y órdenes de gobernantes civiles que no deben ser obedecidas.

Los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas.

Las consideraciones de la persona inteligente siempre incluyen el analizar objetivamente el beneficio y el daño. Cuando considera el beneficio, su acción se expande; cuando considera el daño, sus problemas pueden resolverse.

Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar.

Los buenos generales: se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actúan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser complacidos ni enfadados.







CAPITULO 9: Sobre la distribución de los medios





Las maniobras militares son el resultado de los planes y las estrategias en la manera más ventajosa para ganar. Determinan la movilidad y efectividad de las tropas.

Cuando combatas en una montaña, ataca desde arriba hacia abajo y no al revés.

Un ejército prefiere un terreno elevado y evita un terreno bajo, aprecia la luz y detesta la oscuridad.

Si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos de guerra, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza ostentosamente, es señal de que el enemigo se va a retirar. Si sus emisarios vienen con palabras humildes, envía espías para observar al enemigo y comprobarás que está aumentando sus preparativos de guerra.

Si el enemigo ve una ventaja pero no la aprovecha, es que está cansado.

Si se producen murmuraciones, faltas de disciplina y los soldados hablan mucho entre sí, quiere decir que se ha perdido la lealtad de la tropa. Las murmuraciones describen la expresión de los verdaderos sentimientos; las faltas de disciplina indican problemas con los superiores. Cuando el mando ha perdido la lealtad de las tropas, los soldados se hablan con franqueza entre sí sobre los problemas con sus superiores.

Los emisarios que acuden con actitud conciliatoria indican que el enemigo quiere una tregua.

Si las tropas enemigas se enfrentan a ti con ardor, pero demoran el momento de entrar en combate sin abandonar no obstante el terreno, has de observarlos cuidadosamente. Están preparando un ataque por sorpresa.

El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado.

Si tu plan no contiene una estrategia de retirada o posterior al ataque, sino que confías exclusivamente en la fuerza de tus soldados, y tomas a la ligera a tus adversarios sin valorar su condición, con toda seguridad caerás prisionero.

Cuando las órdenes se dan de manera clara, sencilla y consecuente a las tropas, éstas las aceptan. Cuando las órdenes son confusas, contradictorias y cambiantes las tropas no las aceptan o no las entienden. Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre el líder y el grupo.







CAPITULO 10: Sobre la topología





Para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener una sola intención y todas las fuerzas militares deben cooperar.

Cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es claramente apropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Si las leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar en batalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar.

Los que conocen las artes marciales no pierden el tiempo cuando efectúan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro; cuando conoces el cielo y la tierra, la victoria es inagotable.







CAPITULO 11: Sobre las nueve clases de terreno





La rapidez de acción es el factor esencial de la condición de la fuerza militar, aprovechándose de los errores de los adversarios, desplazándose por caminos que no esperan y atacando cuando no están en guardia.

En una invasión, por regla general, cuanto más se adentran los invasores en el territorio ajeno, más fuertes se hacen, hasta el punto de que el gobierno nativo no puede ya expulsarlos.

Que los movimientos de tus tropas y la preparación de tus planes sean insondables.

Prohibe los augurios para evitar las dudas

Una operación militar preparada con pericia debe ser como una serpiente veloz que contraataca con su cola cuando alguien le ataca por la cabeza, contraataca con la cabeza cuando alguien le ataca por la cola y contraataca con cabeza y cola, cuando alguien le ataca por el medio.

Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico.

Cambia sus acciones y revisa sus planes, de manera que nadie pueda reconocerlos.

Puedes ganar cuando nadie puede entender en ningún momento cuáles son tus intenciones.

El principal engaño que se valora en las operaciones militares no se dirige sólo a los enemigos, sino que empieza por las propias tropas, para hacer que le sigan a uno sin saber adónde van.

Emplea a tus soldados sólo en combatir, sin comunicarles tu estrategia. Déjales conocer los beneficios que les esperan, pero no les hables de los daños potenciales. Si la verdad se filtra, tu estrategia puede hundirse. Si los soldados empiezan a preocuparse, se volverán vacilantes y temerosos.

La tarea de una operación militar es fingir acomodarse a las intenciones del enemigo. Si te concentras totalmente en éste, puedes matar a su general aunque estés a kilómetros de distancia. A esto se llama cumplir el objetivo con pericia.







CAPITULO 12: Sobre el arte de atacar por el fuego





No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti.

Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera.

Actúa cuando sea beneficioso; en caso contrario, desiste. La ira puede convertirse en alegría, y la cólera puede convertirse en placer, pero un pueblo destruido no puede hacérsele renacer, y la muerte no puede convertirse en vida. En consecuencia, un gobierno esclarecido presta atención a todo esto, y un buen mando militar lo tiene en cuenta. Ésta es la manera de mantener a la nación a salvo y de conservar intacto a su ejército.







CAPITULO 13: Sobre la concordia y la discordia





La información no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario.

Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.

No se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza.

Cada asunto requiere un conocimiento previo.

Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.

Un gobernante brillante o un general sabio que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar seguro de la victoria.

El espionaje es esencial para las operaciones militares, y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones. No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje.







"En esencia, el Arte de la Guerra es el Arte de la Vida"





Sun Tzu fué un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. La colección de ensayos sobre el arte de la guerra atribuida a Sun Tzu es el tratado sobre dicho tema más antiguo que se conoce. A pesar de su antiguedad, esta obra domina sobre cualquier otra sobre el tema.



La obra de Sun Tzu llegó por primera vez a Europa en el periodo anterior a la Revolución Francesa, en forma de una breve traducción realizada por el sacerdote jesuita J. J. M. Amiot. En las diversas traducciones que se han hecho desde entonces, se nombra ocasionalmente al autor como Sun Wu o Sun Tzi.



El núcleo de la filosofía de Sun Tzu sobre la guerra descansa en estos dos principios:



Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño.

El supremo Arte de la Guerra es someter al enemigo sin luchar.



Las ideas de Sun Tzu se extendieron por el resto de Asia hasta llegar a Japón. Los japoneses adoptaron rápidamente estas enseñanzas y, posiblemente, añadieron algunas de su propia cosecha. Hay constancia de que el principal libro japonés sobre el tema, "El libro de los Cinco Anillos", está influido por la filosofía de Sun Tzu, ya que su autor, Miyamoto Mushashi, estudió el tratado de "El Arte de la Guerra" durante su formación como Samurai.



Habitualmente se hace referencia a las culturas orientales como culturas de estrategia y no es pequeña la influencia de Sun Tzu en este desarrollo cultural. Hoy en día, la filosofía del arte de la guerra ha ido más allá de los límites estrictamente "militares", aplicandose a los negocios, los deportes, la diplomacia e incluso el comportamiento personal. Por ejemplo, muchas frases clave de los manuales modernos de gestión de empresas, son practicamente citas literales de la obra de Sun Tzu (cambiando, por ejemplo, ejercito por empresa, o armamento por recursos, sin ir más lejos). Las ideas siguen siendo completamente válidas a pesar de los 25 siglos transcurridos desde que se escribieron.



Una advertencia antes de comenzar: No es un libro "fácil". Conviene leerlo despacio meditando en el sentido de las ideas expresadas en las frases, no quedándose en la cita literal. Solo de esta forma se podrá sacar el máximo provecho a su estudio. Personalmente, lo considero una lectura imprescindible para la formación de un artista marcial.



Que lo disfruteis.



La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado; un asunto de vida o muerte, el camino hacia la supervivencia o la destrucción. Por lo tanto, es imperativo estudiarla profundamente.



Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos antagonistas, de cara a determinar el resultado de la contienda.



El primero de estos factores es la política; el segundo, el clima; el tercero, el terreno; el cuerto, el comandante; y el quinto, la doctrina.



La política significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro. El clima significa la noche y el día, el frío y el calor, dias despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones. El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia. El comandante ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina. Por último, la doctrina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.



Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. Por lo tanto, al trazar los planes, han de compararse los siguiente siete factores, valorando cada uno con el mayor cuidado:

¿Qué dirigente es más sabio y capaz?

¿Qué comandante posee el mayor talento?

¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?

¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las intrucciones?

¿Qué tropas son más fuertes?

¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?

¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?

Mediante el estudio de estos siete factores, seré capaz de adivinar cual de los dos bandos saldrá victorioso y cual será derrotado.



El general que siga mi consejo, es seguro que vencerá. Ese general ha de ser mantenido al mando. Aquel que ignore mi consejo, ciertamente será derrotado. Ese debe ser destituido.



Tras prestar atención a mi consejo y planes, el general debe crear una situación que contribuya a su cumplimiento. Por situación quiero decir que debe tomar en consideración la situación del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso.



El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo. Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egotismo. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.



Ahora, si las estimaciones realizadas antes de la batalla indican victoria, es porque los cálculos cuidadosamente realizados muestran que tus condiciones son más favorables que las condiciones del enemigo; si indican derrota, es porque muestran que las condiciones favorables para la batalla son menores. Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede. Muchas menos oportunidades de victoria tendrá aquel que no realiza cálculos en absoluto.



Mediante todo esto, uno puede adivinar el resultado final de la batalla.

En operaciones bélicas, cuando se requieren mil carros rápidos de cuatro caballos, mil carros pesados, y mil soldados; cuando han de transportarse provisiones para un millar; cuando existen gastos en casa y en el frente, y estipendios para enviados y consejeros, el coste de materiales como goma y laca, carros y armaduras, asciende fácilmente a mil piezas de oro al día. Un ejército de cien mil hombres puede ser puesto en campaña solo cuando este dinero está en la mano.



Una victoria rápida es el principal objetivo de la guerra. Si la victoria tarda en llegar, las armas pierden el filo y la moral decae. Si las tropas atacan ciudades, su fuerza se desgasta. Cuando un ejército se implica en una campaña prolongada, los recursos del estado disminuyen rápidamente.



Cuando tus armas están melladas y el ardor decae, tu fuerza exhausta y el tesoro gastado, los jefes de los estados vecinos tomarán ventaja de la crisis para actuar. En ese caso, ningún hombre, por sabio que sea, será capaz de evitar las desastrosas consecuencias que de ello resulten. Por todo ello, mientras que hemos oido mucho acerca de despilfarros estúpidos en tiempo de guerra, no hemos visto aún una operación inteligente que fuese prolongada. Nunca ha existido una guerra larga que haya beneficiado al país.



De todo esto se deduce que aquellos incapaces de comprender los peligros inherentes al empleo de tropas, son igualmente incapaces de comprender cómo emplearlas ventajosamente.



Aquellos expertos en hacer la guerra no necesitan una segunda leva de reclutas, o más de dos aprovisionamientos. El equipo militar se transporta desde casa, pero se confía en el enemigo en cuanto a las provisiones. Así, el ejército estará plenamente provisto de comida.



Cuando un país se empobrece a causa de operaciones militares, es debido al transporte distante; llevar suministros a largas distancias deja al pueblo desamparado. Mientras las tropas están reunidas, los precios suben. Cuando los precios suben, la riqueza del pueblo baja. Cuando la riqueza baja, el pueblo sufre duras exigencias. Con esta pérdida de riqueza y fuerzas, los que tienen recursos se ven extremadamente empobrecidos, y siete décimas partes de sus recursos se disipan. Y entre los gastos del gobierno, aquellos debidos a reponer carros rotos, caballos agotados, armaduras y cascos, arcos y flechas, escudos, manteletes, y carros de suministros, consumen hasta un 60 por ciento del total.



Por ello, un general inteligente hace que sus tropas se aprovisionen del enemigo, pues una medida de provisiones enemigas es equivalente a veinte de las propias, y una medida de la comida del enemigo equivale a veinte de las propias.



De cara a incrementar el coraje de los soldados al atacar al enemigo, ha de encolerizarles. De cara a capturar más botín del enemigo, ha de recompensarlos.



Por ejemplo, en una lucha de carros de combate en la que diez carros enemigos han sido capturados, recompensad al que ha tomado el primero. Reemplazad las banderas enemigas con las propias, mezclad los carros capturados con los vuestros, y montadlos. Tratad bien a los prisioneros de guerra, y cuidad de ellos. Esto es llamado vencer una batalla y salir reforzado.



Por todo esto, y dado que lo único valioso en la guerra es la victoria, no prolongueis las operaciones. Y el general que comprende como emplear las tropas, es el árbitro del destino de la nación.

Generalmente, la mejor política en la guerra es tomar un estado intacto; arruinarlo es inferior. Capturar el ejército enemigo entero es mejor que destruirlo.Tomar intacto un regimiento, una compañía o un escuadrón, es mejor que destruirlo. Conseguir cien victorias en cien batallas no es la medida de la habilidad: someter al enemigo sin luchar es la suprema excelencia.



De este modo, lo que es de máxima importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo. Lo segundo mejor es romper sus alianzas mediante la diplomacia. En tercer lugar viene atacar a su ejército. Y la peor de todas las estrategias es atacar ciudades.



Atacar ciudades es algo que solo ha de hacerse cuando no hay ninguna otra alternativa, ya que la preparación de escudos y su transporte, y tener preparadas las armas y el equipo necesario, requiere al menos tres meses, y montar las máquinas de asedio y las escalas para asaltar las murallas, requiere otros tres meses adicionales. El general, incapaz de controlar su impaciencia, ordenará a las tropas cargar contra las murallas, con el resultado de que un tercio de ellas perecerá sin haber tomado la ciudad. Así de calamitoso es atacar ciudades.



Así pues, los verdaderamente hábiles en la guerra someten al ejército enemigo sin batallar. Capturan las ciudades enemigas sin asaltarlas, y se apoderan del estado enemigo sin campañas prolongadas. Su meta es tomar intacto todo cuanto hay bajo el cielo, mediante consideraciones estratégicas. Como resultado, sus tropas no se desgastarán, y las ganancias serán completas. Este es el arte de la estrategia ofensiva.



En consecuencia, el arte de usar tropas es éste: Si se es diez veces superior al enemigo, rodeadle. Si se es cinco veces más fuerte, atacadle. Si se tiene el doble de fuerzas, divididle. Si se está a la par, superadle mediante un buen plan. Si se está en inferioridad numérica, sed capaces de mantener abierta una vía de retirada. Y si se está en desventaja en todos los aspectos, sed capaces de eludirle, pues una fuerza pequeña no es nada excepto botín para una más poderosa, si se enfrenta a ella temerariamente.



El general es el asistente del soberano del estado. Si esta asistencia es estrecha, el estado será fuerte sin duda; si es débil, el estado será ciertamente débil.



Hay tres formas en que un soberano puede llevar a la derrota a su ejército:

Si, ignorante de que el ejército no debería avanzar, ordena un avance; o si, ignorante de que no debería retirarse, ordena una retirada. Esto se conoce como desequilibrar al ejército.

Si, ignorante de los asuntos militares, interfiere en su administración. Esto causa perplejidad entre los oficiales.

Si, ignorante de los problemas del mando, interfiere en la dirección de la lucha. Esto engendra dudas en la mente de los oficiales.

Si el ejército está confuso y suspicaz, los gobernantes vecinos tomarán ventaja de ello, y causarán problemas. Esto es lo que significa la frase: Un ejército confuso lleva a la victoria del contrario.



Por otra parte, hay cinco casos en los que puede predecirse la victoria:

El que sabe cuando puede luchar y cuando no, saldrá victorioso.

El que comprende cómo luchar, de acuerdo con las fuerzas del adversario, saldrá victorioso.

Aquél cuyas filas estén unidas en un propósito, saldrá victorioso.

El que está bien preparado y descansa a la espera de un enemigo que no esté bien preparado, saldrá victorioso.

Aquel cuyos generales son capaces y no sufren interferencias por parte de su soberano, saldrá victorioso.

Es en estos cinco puntos en los que se conoce el camino a la victoria.



Por tanto os digo: Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.





Los guerreros expertos de los tiempos antiguos, en primer lugar se hacían a si mismos invencibles, y entonces aguardaban un momento de vulnerabilidad por parte del enemigo. La invencibilidad depende de uno mismo, pero la vulnerabilidad del enemigo depende de él. De esto se deduce que quien es experto en la guerra puede hacerse a si mismo invencible, pero no es seguro que sea capaz de hacer que el enemigo sea vulnerable. Dicho de otra forma: uno puede saber cómo vencer, pero esto no significa necesariamente que vaya a vencer.



Defiendete cuando no puedas derrotar al enemigo, y ataca al enemigo cuando puedas vencerle. Uno se defiende cuando su fuerza es inadecuada; ataca cuando es abundante. Aquellos que son hábiles en defenderse se ocultan a si mismos como bajo nueve capas de tierra; aquellos que lo son en ataque caen como un relámpago desde el cielo. Por tanto, aquellos hábiles en atacar y en defenderse son capaces tanto de protegerse a si mismos como de lograr una victoria aplastante.



Prever una victoria que un hombre ordinario puede prever, no es el espíritu de la excelencia. No importa si triunfas en la batalla y eres aclamado universalmente como "experto", pues levantar una hoja caida no requiere tener gran fuerza, distinguir entre el día y la noche no es prueba de gran visión, oir un trueno no es muestra de oído agudo.



En los tiempos antiguos, aquellos que eran llamados "hábiles en la guerra" conquistaban a enemigos fácilmente conquistables. Y las victorias conseguidas por uno de esos "maestros de la guerra" no significaban ni reputación de sabiduría ni coraje meritorio, pues salían victoriosos sin riesgos. Sin riesgos, ciertamente se consigue la victoria: se puede conquistar a un enemigo ya derrotado, sin necesidad de planear el combate.



Por lo tanto, el comandante hábil toma una posición en la que no puede ser derrotado, y no pierde la oportunidad de vencer a su enemigo. Un ejército victorioso siempre busca batalla después de que sus planes le indiquen que la victoria es posible, mientras que un ejército destinado a la derrota lucha con la esperanza de vencer, pero sin ningún plan. Los que son expertos en la guerra cultivan sus políticas y se adhieren estrictamente a las reglas trazadas. De este modo, tienen en su poder el control de los acontecimientos.



Los elementos del arte de la guerra son: primero, la medida del espacio; segundo, la estimación de las cantidades; tercero, los cálculos; cuarto, las comparaciones; y quinto, las posibilidades de victoria. La medida del espacio deriva del terreno. Las comparaciones se hacen a partir de las cantidades y los cálculos, y se determina la victoria según estas comparaciones. Así pues, un ejército victorioso equivale a un saco en equilibrio contra un grano de arroz, y un ejército derrotado es como un grano de arroz en equilibrio contra un saco.



Es a consecuencia de las disposiciones tomadas, que un general es capaz de hacer que sus soldados luchen con el efecto de las aguas que, súbitamente liberadas de una presa, caen sobre un abismo sin fondo.

Generalmente, mandar un gran ejército es lo mismo que mandar a unos pocos hombres. Es una cuestión de organización. Y dirigir un gran ejército es lo mismo que dirigir a unos pocos hombres. Es una cuestión de formación y señales.



Que un ejército sea capaz de soportar el ataque enemigo sin sufrir la derrota se debe a las operaciones conjuntas de fuerzas normales y fuerzas extraordinarias. Las tropas cargando contra el enemigo como una piedra de molino contra un montón de huevos, es un ejemplo de una sólida actuación contra una vacía.



Generalmente, en la batalla, se usa la fuerza normal para resistir, y las fuerzas extraordinarias para vencer. Los recursos de aquellos que son expertos en el uso de fuerzas extraordinarias son tan infinitos como el cielo, tan inagotables como el fluir de los grandes ríos, puesto que terminan y recomienzan -cíclicamente, como los movimientos del sol y la luna-. Pueden morir y renacen -recurrentes, como es el paso de las estaciones-. Las notas musicales son como las estaciones. Son solo cinco en número, pero sus combinaciones son tan infinitas que nadie puede visualizarlas todas. Los sabores son solo cinco en número, pero sus mezclas son tan variables que nadie puede degustarlas todas. En la batalla, solo existen las fuerzas normales y las extraordinarias, pero sus combinaciones tampoco tienen límite, nadie puede comprenderlas todas. Pues estas dos fuerzas se reproducen mutuamente. Es como el movimiento sin fín en un círculo. ¿Quién puede agotar las posibilidades de sus combinaciones?



Cuando las aguas torrenciales arrastran las piedras, es a causa de su impulso; cuando el vuelo de un halcón rompe el cuerpo de su presa, es a causa de su precisión. Así pues, el impulso de aquel experimentado en la guerra es aplastante, y su ataque extremadamente preciso. Su potencial es el de un carcaj lleno; su precisión, el soltar la cuerda del arco.



En medio del tumulto, la batalla parece caótica, pero no debe existir desorden en las propias tropas. El campo de batalla puede parecer confusión y caos, pero el bando propio debe permanecer ordenado. Así será a prueba de derrotas. La confusión aparente es el resultado de una buena ordenación; la cobardía aparente, del coraje; la debilidad aparente, de la fuerza. Orden y desorden dependen de la organización y la dirección; coraje y cobardía, de las circunstancias; fuerza y debilidad, de las disposiciones tácticas.



Así pues, el que es capaz de hacer moverse al enemigo, lo hace creando una situación, de acuerdo con la cual el enemigo actuará. Tienta al enemigo con algo que desea alcanzar. Mantenle en movimiento sosteniendo ese algo fuera de su alcance, y entonces, atácale con tropas escogidas.



Un comandante experto obtiene la victoria de la situación, y no la exige de sus subordinados. Selecciona los hombres adecuados y explota la situación. El que es capaz de usar la situación, usa a sus hombres en la lucha como rodillos o como bloques de piedra: la naturaleza de un rodillo es tal que en suelo llano permanece estático; en pendiente, se mueve. Un bloque cuadrado de piedra detiene cualquier cosa; si es redondo, arrolla.



Así pues, la energía de las tropas hábilmente dirigidas en la batalla puede compararse al impulso de una rueda de molino que se deja rodar desde lo alto de una pendiente de mil metros de altura.





Generalmente, el que ocupa primero el campo de batalla y espera al enemigo puede descansar, y aquel que llega más tarde a escena y se precipita a la lucha, comienza cansado. De este modo, el que es experto en la guerra atrae al enemigo al campo de batalla, y no se deja llevar allí por el enemigo.



El que es capaz de hacer que el enemigo llegue al campo propio lo consigue ofreciendo a éste algún tipo de ventaja. Y el que es capaz de retardar la llegada del enemigo lo consigue haciendo que éste se detenga por precaución. Así pues, cuando el enemigo está descansado, sé capaz de agotarle; cuando está bien alimentado, sé capaz de hacerle pasar hambre; cuando está descansando, haz que se mueva.



Toma los lugares que sea incapaz de rescatar; desplázate suavemente en la dirección por donde seas menos esperado.



Cuando eres capaz de desplazarte mil li sin cansarte, es debido a que viajas por lugares donde no hay enemigos. La forma de asegurarte de tomar aquello que atacas es atacando el lugar que el enemigo no defiende o no puede proteger. La forma de asegurarte de mantener la posición que defiendes es defender una posición que el enemigo teme o no es capaz de atacar. Por lo tanto, contra aquellos hábiles en ataque, el enemigo no sabrá cómo defenderse, y contra aquellos expertos en la defensa, el enemigo no sabrá cómo atacar.



Sútil e insustancial, el experto no deja huella. Tan divinamente misterioso que es inaudible. Así es el dueño del destino del enemigo. Su ofensiva será irresistible si la lanza contra las posiciones débiles del contrario. No puede ser sobrepasado cuando se retira, si se mueve rápidamente. Cuando yo decido presentar batalla, mi enemigo, incluso protegido por altos muros y profundos fosos, no puede evitar enfrentarse a mi, pues ataco una posición que debe defender. Cuando yo deseo evitar la batalla, puedo defenderme simplemente trazando una línea en el suelo: el enemigo será incapaz de atacarme, pues he hecho que se desplazase a un lugar distinto del que él deseaba.



Si soy capaz de determinar las disposiciones del enemigo mientras que, al mismo tiempo, oculto las mías, entonces puedo concentrar mis fuerzas, y las suyas han de dividirse. Y si yo me concentro mientras él se divide, puedo usar toda mi fuerza para atacar una fracción de la suya. Por tanto, seré superior numéricamente. Si soy capaz de usar a muchos para golpear a unos pocos en un punto seleccionado, aquellos caerán sin remisión.



El enemigo no debe conocer donde intentaré presentar batalla. Pues si él no sabe donde intento batallar, debe hacer preparativos en muchos lugares diferentes. Y cuando él se prepara en muchos lugares, aquellos con los que tendré que luchar serán menos. Si se prepara en el frente, su retaguardia será débil, y si prepara su retaguardia, su frente será frágil. Si refuerza su izquierda, su derecha será vulnerable, y si refuerza su derecha, le quedarán pocas tropas para la izquierda. Y si envia tropas a todas partes, será débil en todas partes. La inferioridad numérica deriva de tener que resguardarse contra los ataques posibles; la superioridad numérica deriva de forzar al enemigo a hacer este tipo de preparativos contra nosotros.



Si uno sabe donde y cuando se librará la batalla, sus tropas pueden marchar mil li y llegar al lugar. Pero si uno ignora cual será el campo de batalla o el día en que se librará, la izquierda será incapaz de ayudar a la derecha y la derecha será incapaz de ayudar a la izquierda, y la vanguardia será incapaz de apoyar a la retaguardia, y viceversa. Mucho más aún si se hallan separadas por decenas de li o, incluso, por solo unos pocos. A pesar de estimar las tropas del contrario como numerosas, ¿de qué le beneficia esta superioridad respecto al resultado final de la guerra?. Así pues, la victoria puede aún alcanzarse, pues incluso si el enemigo es numéricamente superior, puede evitarse el encuentro directo con su totalidad.



Analiza los planes del enemigo de forma que puedas averiguar sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Agítale de cara a identificar las pautas de sus movimientos. Ponle señuelos para que revele sus disposiciones, y determina su posición. Lanza un ataque de prueba para aprender donde es fuerte y donde es deficiente. El principal objetivo en la disposición de las tropas propias es situarlas sin que presenten una forma identificable. De este modo, ni el más penetrante de los espías puede entrometerse, ni el mas sabio puede trazar planes contra ti.



Es de acuerdo con la situación, el cómo los planes llevan a la victoria, pero la mayoría no entiende ésto. Aunque cualquier puede ver los aspectos externos, nadie comprende cómo se ha alcanzado realmente la victoria. Cuando se gana una batalla, las tácticas no deben repetirse. Uno debe siempre responder a las circunstancias en una infinita variedad de modos.



Ahora, un ejército puede ser semejante al agua, pues al igual que el agua que fluye evita las alturas y se dirige al llano, un ejército debe evitar la fuerza y atacar sobre la debilidad. Y al igual que el agua fluye y toma forma de acuerdo con el terreno, así un ejército se dirige a la victoria de acuerdo con la situación del enemigo. Igual que el agua no tiene una forma constante, no hay condiciones constantes en la guerra. Al que es capaz de conseguir la victoria modificando sus tácticas de acuerdo con la situación del enemigo, bien puede llamarsele divino.



De los cinco elementos (agua, fuego, metal, madera y tierra), ninguno predomina siempre; de las cuatro estaciones, ninguna dura para siempre; de los días, algunos son largos y otros cortos, y la luna crece y mengua. Esta es también la regla que rige en el empleo de tropas.

Normalmente, en tiempo de guerra, el general recibe sus órdenes del soberano del estado. Durante el proceso de organización de las tropas y movilización de sus hombres, para convertir su ejército en una entidad armoniosa y colocarla en posición, nada es más difícil que el arte de maniobrar hasta posiciones ventajosas. Lo complejo del tema es convertir la ruta más intrincada en la ruta más directa, y distraer al enemigo con señuelos. Para lograrlo, debes ponerte en marcha después de que lo haga el contrario, y llegar al campo de batalla antes que él. Quien es capaz de hacer ésto muestra su conocimiento del artificio de la distracción.



La ventaja y el peligro son materias inherentes ambas al hecho de maniobrar para alcanzar una posición ventajosa. Aquel que pone en movimiento al ejército entero, junto con su impedimenta, persiguiendo una posición ventajosa, no la obtendrá. Si abandona el campamento y toda la impedimenta en la lucha por obtener ventaja, perderá todo su equipo. Si ordena a sus hombres realizar marchas forzadas sin armadura, sin detenerse día y noche, para cubrir el doble de la distancia usual en un desplazamiento, y cubriendo cien li en la lucha por la ventaja, es posible que vea como sus comandantes son capturados.



Los hombres más fuertes y resistentes llegarán primero, y los más débiles estarán aún atrás; así pues, si se emplea este método, tan solo la centésima parte del ejército llegará a su destino. En una marcha forzada de cincuenta li, el comandante de la vanguardia caerá probablemente, pero la mitad de sus hombres llegarán. En una marcha forzada de treinta li, solo llegarán dos tercios. Esto significa que un ejército en el que se deje atrás el equipo pesado, suministros, comida y equipajes estará perdido.



Aquel que no está de acuerdo con los designios de sus vecinos, no debe entrar en alianzas con ellos. Aquellos que no conocen las condiciones de montañas y bosques, desfiladeros peligrosos, marismas y pantanos, no pueden dirigir la marcha de un ejército. Aquellos que no emplean guías locales son incapaces de obtener ventajas del terreno.



La guerra se basa en el engaño. Muevete cuando sea ventajoso y crea cambios en la situación dispersando y concentrando tus fuerzas. Cuando entras en campaña, sé rápido como el viento; haciendo marchas normales, majestuoso como el bosque; en las incursiones y saqueos, feroz como el fuego; cuando te detienes, firme como las montañas. Si te escondes, sé tan insondable como las cosas más allá de las nubes; en movimiento, cae como el rayo. Para saquear una región, dispersa tus fuerzas. Cuando conquistas un territorio, defiende los puntos estratégicos.



Sopesa la situación antes de efectuar movimiento alguno. Aquel que domina el artificio de la diversión saldrá victorioso. Así es el arte de maniobrar.